La depresión
¿Por qué la depresión? - El camino de curación
Jean Vanier
Introducción
"La depresión no es una enfermedad vergonzosa. Ella viene de las tristezas profundas que emergen a la conciencia. Si podemos hablar de estos sentimientos, podremos encaminarnos a una nueva libertad y a una nueva vida".
La depresión: una enfermedad real o una herida del corazón
El corazón humano es frágil y vulnerable. Cuando se es amado como una persona única, cuando se busca nuestra compañía, cuando se nos encuentra hermoso, simpático, inteligente, la vida circula. Llenos de fuerza y de alegría, tenemos la impresión de existir verdaderamente. Pero cuando ya no atraemos a los otros, cuando -nos da la impresión- que nadie se interesa por nosotros, cuando uno se siente inútil y estéril, creyendo ser rechazado, puesto de lado, abandonado, nuestro corazón se hiere. Como si un mal interior nos corroyera, como un peso sobre el corazón, una herida, un desorden interno, ya no hay más paz ni alegría!, sólo hay vacío, un gran vacío. Buscamos llenarlo con música, con la televisión, conversando con amigos o con cantidad de cosas por hacer. No podemos quedarnos solos o bien caemos en una suerte de apatía, invadidos por una terrible tristeza.
Sí, el corazón humano se hiere muy rápidamente. Cuando uno se ama, cuando uno se siente amado, todo es sencillo. Pero cuando sentimos que no somos importantes para nadie, es muy duro.
Las heridas del corazón son, desgraciadamente, normales y naturales. Todo el mundo está expuesto a cometer errores en su vida de relaciones: uno se acerca demasiado rápido a alguien, suscita esperanzas y luego se atemoriza, se retira y hiere al otro. También se dan rupturas que son realmente infidelidades. Uno utiliza a las personas y luego las rechaza cuando encuentra a otras. Así, tratamos a los seres humanos como si fueran cosas. Y luego, la vida evoluciona, uno cambia, se producen enfermedades, fracasos, la gente que nos rodea tiene otros intereses. Las relaciones se distancian, las heridas son mutuas. Todas estas heridas del corazón revelan un vacío al interior de uno mismo, una angustia, un dolor intenso que nos es difícil soportar. Uno se vuelve triste.
Pero existen tristezas más profundas. Muchas veces, estallan cuando se produce una frustración, una herida afectiva, un fracaso, tensiones, conflictos. Es entonces que uno se siente invadido por una tristeza y un sentimiento de muerte que surgen de lo más profundo de uno mismo. La vida, la fuerza vital ya no circula. Todas las energía son minadas, no hay gusto por nada! No se trata de una herida pasajera que se puede superar dejando pasar un poco de tiempo o descubriendo otras actividades. No, es más profundo. Es una nueva forma de sufrimiento que lo invade todo. Es como si uno estuviera prisionero en un mundo de tinieblas. Es una verdadera enfermedad, uno no puede curarse solo. Hay la sensación de estar aislado tras un muro espeso que nos separa de los otros. Es necesario encontrar ayuda para salir de ello.
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